27 de octubre de 2015

PARA TU CARA, AGÜITA CLARA

Vivir un cambio. ¡Aprovecharlo! Alimentarlo en las necesidades ocultas que tenga y alimentarnos de su sabia de madera noble. No hay oportunidades a cada instante.
Nuestras dudas, son nuestras. Un virus difícil de eliminar. Juega con nosotros, desaparece, pero se alimenta de errores desapercibidos del entorno cotidiano y reaparecerá más veces. Habrá que estar pendiente. Irnos fortaleciendo poco a poco. No quebrar el hechizo.
Me quieres. Me abrasa tu cariño y tu amor tan fuerte. Lo he notado tantas veces. Inunda.
Desde nuestras eternidades, tan diferentes, hemos bailado con nuestros sentimientos acompasados. Pierna contra pierna haciéndolas una, al fundirlas en cada paso. Sintiendo el empuje que traspasa la piel hasta la sensación más prohibida. Bebiendo el roce de tu enagua cuando explota dentro de mis venas.
Tantos recuerdos, tantos relatos, traídos desde la intimidad de nuestras fantasías para convertirlos en deseos y placeres satisfechos. En goces inconfesables, inconfesados, propios. He sentido cuando sudas y me lo muestras en tu respuesta transparente, sincera y cálida. Me hace rugir.
Me levanto soñándote. Ahora, empujo la luna llena para que se pose, sobre el abrazo de tus sábanas a tu cuerpo desnudo. Para que regrese y me lo cuente. Hago un pacto con ella para saborearte.
En tu desayuno tienes lectura. El día, fuera, en estos prados sembrados de flores, pinta colores irrepetibles. Lúcete con frescura y saca tu mejor sonrisa.

JOSÉ CHINCHILLA LÓPEZ

No hay comentarios:

Publicar un comentario