26 de octubre de 2012

OTRA VEZ

Cuando necesitamos a todo el mundo.
Cuando nos encontramos insignificantes.
Cuando nuestros enemigos ya no cuentan.
Cuando lo único que sabemos y logramos es llorar.
Cuando sentimos nuestra desnudez en este bosque.
Cuando respirar nos parece lo mejor que podemos hacer.
Cuando un rayo de luz es la eternidad y un abrazo la vida.
Cuando dejamos los momentos más horribles de nuestra existencia y abrimos los ojos a un amanecer distinto.
Cuando no hay retorno, solo camino.
Es bonito cuando sucede.
Avanzamos sobre cambios drásticos que sufrimos o disfrutamos.
Erguimos nuevas residencias que nos resguardan, alteramos el rumbo a golpe seco de timón.
Abrazamos nuevos retos o profesiones, para girar como veleta que se revela contra el viento y así brotan amores entre el verde de las espigas oliendo a cafés compartidos.
Nacemos cada día otra vez.
Un ejercicio de estabilidad emocional que nos rompe la desidia, la rutina y nos genera el empuje necesario.

Nos abrimos con fuerzas renovadas a en otras ilusiones, otros sueños quizás otra incertidumbre que nos permite sentirnos especiales.

JOSÉ CHINCHILLA LÓPEZ