21 de abril de 2010

MIRADAS


Me siento tan feliz… Se cumple el más grande de mis sueños:
Después de verte, los mercaderes me pusieron en venta. Me moría de miedo e incertidumbre por no saber dónde iría a parar. Tal vez un gran señor me tomara a su servicio en su gran palacio donde podría disfrutar de una vida lujosa rodeada de riquezas. Por contra podría comprarme algún indeseable que rodeara mi vida de desprecio y suciedad. No me ilusionaba regresar a un mundo lleno de trastornos, otra vez no. Recordarlo me siega la esperanza. Ni la una, ni la otra sería la realidad que me esperaba.
Me ha tomado a su servicio un hombre bueno. Posee una cafetería bien decorada y muy acogedora. Allí los visitantes asiduos se sienten más cómodos que en su propio hogar. Llevo demasiado tiempo aquí. Todo tipo de gente posa sus manos y sus labios sobre mí. Algunos de esos clientes se me hacen muy pesados. Me recuerdan esos sueños que tanto me disgustan. Acaba dándome lástima la vida tan triste que soportan. Hay otros apuestos, jóvenes, elegantes, que enamorarían a cualquiera que se les pusiera delante, incluso a mí.
Fantasear contigo, al verte pasar, me hiere y me arrastra al llanto. Me había construido una ilusión para salvarme de mi realidad. Tú no has reparado en mi presencia. Hoy tengo esperanza.
Soy consciente de lo fácil que es acabar destrozada en incontables pedacitos como muchas de mis compañeras. He llegado a pensar que perduro porque soy un poco inmortal y esto me permite esperarte. Sé que sólo es una fantasía, pero me hace un poco más fuerte. Alguna noche mis anhelos se tornan en una pesadilla que me aterroriza trayéndome de la mano mi propia muerte. Algunas son más nuevas que yo. Aquí cambian constantemente pues su fragilidad no soporta tanto ajetreo.
Mis ojos se han clavado en tu figura cuando has abierto la puerta del salón. Lanzo gritos a mi silencio para que el destino o el azar me pongan a tu alcance. No sé si seré la elegida. Me han colocado delante de ti y he temblado, y reído. Me ha recorrido un escalofrío cuando sobre mí el reflejo de tus ojos se agigantaba a la par que te ibas acercando. Tu mano se ha alzado para rodearme, como un capricho que me concedían los dioses. Y tus labios se han posado sobre mí haciéndome perder la cuenta de las veces que su calor me ha alcanzado derrotando ese frío que me recorre. Tu nariz se inunda de este aroma que ya es nuestro. Y al fin, sacias tu sed conmigo. Mi sueño es real, me hace olvidar todo. La realidad se trasporta a esta esencia perfecta. No quiero que este tiempo pase. Dejo permanecer este instante en la eternidad. Deseo que todo el mundo sepa de mi dicha, que mi emoción quede proclamada en el infinito. Sí, tengo sentido. Merecida espera que me llena tanto. Sé que un hombre como tú vale la pena.
Que todos sepan lo que siento y lo que soy, tan solo una copa de vidrio frío, enamorada de tus besos, al que un hechizo le ha prestado el alma. Vuelve pronto amor mío.

JOSÉ CHINCHILLA LÓPEZ

No hay comentarios:

Publicar un comentario