2 de noviembre de 2012

TATTOO

Pasión, locura, coraje, necesidad, intensidad, riesgo, heridas o esperanza.
He tatuado tu firma oculta entre los mechones de mi pelo. Un riesgo que me adentra en esta nube de placeres para olvidar tus rechazos. Necesito encontrar mi eternidad por nuestros encuentros. Ella nunca se dará cuenta, de hacerlo, le daré cualquier excusa.
Y así vivo, soñándote entre sus brazos y meciendo mi cuerpo ante tu necesidad o tu compasión y tu indiferencia. Olvido a la sombra de este móvil. En él encontré la magia del espejo de tantos cuentos bajo cuyas hojas encontré refugio. Me trae tus imágenes que me embelesan, tus mensajes que me esperanzan, tus mentiras que necesito. Miro de reojo cuando lo abandono, siempre cerca, esperando que la música de tu llamada embote mi cabeza de alegría. Paso los meses ilusionado soñando que en esta ocasión mi pasión puede cambiarte y me ofrezco para que me uses sin límites. Me perfumo, me arreglo poniendo el mayor empeño y recojo esta sensación que me alimenta y se despierta estéril.
Me someto a tus citas, carentes de abrazos, exentos de caricias, de besos evaporados, de pasiones esclavas, de necesidad de pertenecernos, de lágrimas llenos. Me dejo usar por ti mientras vacías mi despensa y otro viento peina tu cabello. Distraigo mi mirada. Trago el veneno que va matando mi matrimonio y me va acercando a un rincón aislado de tierra y cartón guarecido de la intemperie. Huyo de mi universo de soledad con un corazón hecho añicos y un sabor amargo en mi garganta. Derrotada la perfección de pareja en la que yo estaba pleno y tú manejabas con interés calculado. Llego con paso cansado, sin descanso, envidiando la alegría en los ojos de los hijos que protejo. Y me levanto luchando por este amor que me merezco, nos merecemos, el que da sentido al empeño por conseguir la felicidad.
JOSÉ CHINCHILLA LÓPEZ

No hay comentarios:

Publicar un comentario