20 de mayo de 2011

¡HACED ALGO!


Nací halcón. La vida en el aire pasa deprisa cuando hace buen tiempo. Las tormentas convierten el viento en una ciénaga que requiere mucho esfuerzo. Nadie busca lucir sus diamantes. Batimos las alas para salpicar un poco de comida que nos permita pasar una noche o un día más.
El cielo es un aliado. Me permite verte sin ser descubierto, oír canciones vivas mientras planeo. Pero no otorga confianzas banales. La misma facilidad concede a quienes quieren que sirvamos de almuerzo a sus nidos.
Me encanta arriesgarme, dejar de estar alerta. Hago picados en medio de una corriente fría y descendente. Atravieso esa chimenea invisible entre los parapentes que tratan de evitarlas. Me dejo fotografiar por ellos y salto de la vertical volando rasante muy cerca del suelo. Levanto el polvo arcilloso de un terreno yelmo. Los dioses me permiten quedarme con ese tiempo de rebeldía que templa mi vida. El aroma del romero en flor se intensifica cuando caigo. Cierro los ojos entre la brisa ascendente y cálida. Abro las alas y giro hacia el avellano cuando el olor es muy intenso. Sí, hago un poco de trampa entreabriendo el ojo izquierdo.
Hoy, volamos más lejos de nuestro horizonte. Perseguidos por pavesas encendidas que flotan entre el humo.

JOSÉ CHINCHILLA LÓPEZ

2 comentarios:

  1. Me encanta cuando usas el lenguaje abierto para convertir en escrito en pura metafora, porque yo se y tu sabes que la metafora no es un adorno, ni una hinchazon del lenguaje, ni la joya que presuponian los retoricos latinos, sino el único modo que tiene el hombre de expresar su mundo subjetivo.
    Y este es un comentario unicamente para tu texto, aunque visto lo visto, ya habrá quien se lo adjudique.

    Mas como estos, por favor.

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