25 de junio de 2011

UN NOMBRE DE MUJER


Amarte es una prohibición. Tu puerta se cierra a mi deseo.
El timbre del teléfono evita los oídos de tu madre amparándose en la madrugada.
Encontramos el hurto cómplice tras abandonar a escondidas la normalidad de nuestras vidas. Conseguir apenas unas palabras o un pequeño roce que dispare la intención de un beso que nunca llega.
Tu pecado huye ocultándose de las envidiosas lenguas de tus vecinas y de sus ganas de lapidarte.
Un fugaz adiós entre el miedo a ser descubiertos.
Un recuerdo retorcido junto a los tirantes de tu sujetador bajo tu escote. Una mirada robada al movimiento de tus caderas, si vas o vienes.
Una locura que me atrapa en el inmediato placer de regresar ya, cuando te alejas doblando la esquina.
Un sueño obsesivo que acompaña mi vida sin descan
so.
JOSÉ CHINCHILLA LÓPEZ

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